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ANTONIO REY ESTA JUGANDO CON FUEGO

Atracciones fatales

La pasión en el límite de la ceguera

Antonio Rey está jugando con fuego, un fuego cegador que lo puede apartar del camino donde se encuentra el amor. La sensual ensoñación del deseo convertido en el cuerpo de Blanca como aquel que busca en las sombras lo que cree que hay. Blanca, que ya ha abrazado otros brazos y otros capotes le hará sufrir.

Sufrirá y se quemara en la pasión ciega de Carmen, la explosiva pretendienta que ha hecho mover de sus sillas a ganchos y confidentes. Tamara la tiene su imagen atascada en la retina de la duda. Tamara ve en ella a una actriz de poca monta que interpreta el triste papel de enamorada para seguir bañándose de televisión entre los destellos a la luz de los focos de un plato de televisión.

Hacia escasamente unos instantes que Rafa Mora y Patricia habían sellado con un beso un instante de pasión. Ese beso ha rememorado la reacción que tuvo Carmen al ver a Antonio besándose con Luz. Para Maribel y Tamara puro teatro escenificando un sufrimiento desmedido. Todo ha empezado cuando Rafa ha recriminado a sus pretendientas su pasividad al contemplar sin inmutarse como el y Patricia se besaban. Ninguna de ellas ha exteriorizado el más mínimo enfado. Ni un ápice de celos salió de sus corazones.

A Rafa le ha disgustado especialmente esa reaccione de sus pretendientas y lo ha interpretado como una clara muestra del tibio sentimiento de sus pretendientas hacia él. Maribel le ha entrado en escena aprobando la actitud de las pretndientas de Rafa calificándola como correcta. Eso le ha servido para compararla con la de Carmen en la misma situación. A Maribel se le ha unido Tamara quien no ha dudado en afirmar que lo de Carmen es puro teatro.

El capote de Antonio ha vuelto a salir a escena esta vez para defender a Carmen lo que ha provocado que Miriam Sánchez, dirigiéndose al torero afirmara: "Antonio, tienes muchas neuronas pero con Carmen estás siendo poseído por un pene" La sensación de que Antonio Rey esta poseído por una fuerte incontrolable pasión mas allá de la razón ha estado más viva y presente que nunca. Antonio Rey, ciego y sin ver se está acercando al borde del precipicio. Cuidado, está jugando con fuego